martes, 22 de diciembre de 2009

Luego todo pasó de repente, su dedo en mi espalda dibujo un corazón y mi mano le correspondió debajo de tu falda. Caminito al hostal nos besamos en cada farola, era un pueblo con mar, yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola... Y nos dieron las diez y las once, las doce y la unay las dos y las tres. Desnudos al amanecer nos encontró la luna. Nos dijimos adios, ojalá que volvamos a vernos el verano acabó. El otoño duró lo que tarda en llegar el invierno,y a tu pueblo el azar otra vez el verano siguiente me llevó. Al final del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente, y no halle quien de ti me dijera ni media palabra, parecia como si me quisiera gastar el destino una broma macabra. No había nadie detrás de la barra del otro verano .

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